Belgica |
Sin duda una de mis cervezas favoritas con un olor a levadura fresca combinada con un ligero toque de frutas, un aroma que se nota inmediatamente al degustarla, un sabor final con un matiz acaramelado.
Esta trapense es de fermentacion alta y con una segunda fermentacion en botella.
Breve historia de las Chimay
Los monjes de la Abadía de Scourmont, en Chimay, pertenecen a la orden Cisterciense de la Estricta Observancia, llamados comúnmente Trapenses, estos monjes, seguidores de la Regla de San Benito (que se remonta al siglo VI) fueron llamados “Cistercienses” como derivación del nombre del monasterio de Cîteaux, fundado en Bourgogne en el siglo XII.
Los monasterios cistercienses se agrupan en dos grandes Órdenes, una de las cuales se relaciona históricamente con la Abadía de La Grande Trappe, en Normandía. De ahí se deriva el nombre popular de “Trapenses”. Los monjes dedican su vida a la alabanza de Dios a través de la oración y la meditación. Después de jurar el voto de celibato, viven en comunidad bajo la dirección de un abad y renuncian a toda propiedad privada.
Están decididos a vivir de su propio trabajo y se esfuerzan en conseguir beneficios con ese mismo trabajo con los que ayudan a la gente necesitada. El trabajo de los monjes consistió durante mucho tiempo en el cultivo de la tierra, pero en la época moderna se extendió también a la pequeña industria, especialmente en el sector agroalimentario. Así fue como comenzaron a fabricar cerveza en los países del Norte, actividad que vienen desempeñando desde hace varios siglos.
Los monjes ponen en su trabajo el mismo empeño en alcanzar la perfección que en su vida de estudio y oración, por lo que con el paso de los años han desarrollado en las abadías un auténtico arte de elaboración de cerveza, arte perfeccionado en la Abadía de Scourmont gracias a los más modernos métodos científicos. En el verano de 1850 un pequeño grupo de monjes se estableció en la llanura natural de Scourmont cerca de Chimay.
Trabajaron muy duro para transformar el suelo ingrato de esta región en fértil terreno agrícola. En torno al monasterio que construyeron, y que a pesar de su sencillez presenta una gran belleza, se desarrolló una granja, y más adelante una fábrica de queso y una fábrica de cerveza.
La Abadía de Scourmont hizo surgir distintas industrias que la convirtieron en el primer proveedor de empleos de la región, a la que dotaron de un gran dinamismo. Cuando su función de pioneros dejó de ser necesaria, los monjes abandonaron poco a poco la administración directa de todas estas sociedades para proseguir con su vida de acercamiento a Dios, repartida en oración, estudio y trabajo manual.
La producción y distribución de la cerveza Trapense de Chimay compete a la S.A. Bières de Chimay. La cerveza Chimay se elabora todavía en la Abadía, lo que es una garantía de su autenticidad y su calidad. El embotellado se desarrolla en Baileux, a pocos kilómetros de la Abadía.
actualmente solo existen 7 monasterios trapenses, 6 estan en belgica y uno en holanda. Algun dia tendre que probar esos quesos... Salud!!!!!!
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